sábado, abril 28, 2012

Inicio


Ya era la segunda caída. Esta seguramente más catastrófica que la primera y eso que costo volver a levantarse.  Pero claro al ser más joven todo parece más fácil o todo se ve de manera más inconsciente y no da miedo.

Esta vez es diferente. Uno ya es mayor, por no decir viejo. Carga 50 años a las espaldas aunque algunos dirán que eso es juventud todavía. Y una mierda. 50 tacos son lo que son y en esta sociedad es una carga. La peña joven te mira y te llama tarrilla, las mujeres jóvenes viejo y las cercanas a tu edad madurito y otras baboso. Los de tu edad te llaman colega, pero por dentro piensan que está hecho una pena y los que son más mayores que tú te dicen que aun estas en edad de merecer. ¿De merecer qué? ¿Un palo?

La verdad es que tú te miras al espejo y te ves viejo, decrepito, acabado. Si hay que reconocerlo, en los tiempos que vivimos ya eres una piltrafa. Encima si no tienes oficio ni beneficio.

Ahora aquí sentando frente al televisor, hago examen de de lo que soy y tengo. No tengo nada. Pero nada de nada. Ni trabajo, ni dinero, ni casa, propiedades. ¡Joder! Es que soy una verdadera ruina.

No quiero ni pensar en lo me va a suceder, hoy quiero vivir al día. Pero… ¿me dejaran? La cosa esta difícil, en mi situación todo es peor. Las pocas manos amigas han ido desapareciendo, más bien las he ido largando de mi lado. Mi carácter con el paso del tiempo se ha ido agriando y con ello la soledad ha ido creciendo. Pero el caso es que ahora realmente estoy solo. Y sin dinero que al parecer es lo más jodido.

Si tienes dinero todo parece más fácil, la vida te sonríe, pero si no lo tienes… ¡Ay chiquito! Ya te puedes echar a temblar.

Tengo que tomar una decisión. Mañana me largan de esta casa y no sé dónde voy a parar. Realmente no me apetece volver a los cartones. La calle ya la conozco y sé que si vuelvo a ella no me dejara salir.

¡Joder! ¿Por qué ser viejo es tan difícil? ¿Cómo es que me he convertido en un inútil?

Mañana me largan de aquí y no tengo una puñetera copa que llevarme a los labios para ahogar mis miedos.

Pero mañana… lo que se dice mañana… no voy a morir.

No hay comentarios: