jueves, junio 29, 2006

Miradas


Cada día noto mas fatiga y apenas aprecio lo que hay a mi alrededor. Tengo la sensación de cada hora que pasa se me borra un poco mas la razón y confuso me presento ante el reloj preguntándole en silencio que es lo que pasa.

He oído un murmullo tras la ventana y al volverme he visto la rama de un árbol repiquetear contra el cristal. Los árboles susurran para quien quiere oírles, yo creo que se burlan de quien no los entienden u oyen y para festejarlo bailan con el viento. Desearía ser árbol y bailar con el viento.

Un día soñé (¿o tal vez no?) que un pájaro me hablaba. Me pregunto por el sentido de mi vida y yo mire a mi alrededor, como para poder responderle y sólo vi mi ruina. El pájaro graznó fuertemente, movió las alas y echó a volar. Seguramente no le gustó mi respuesta. Ciertamente a veces a mí tampoco. Hay sueños que no te dejan indiferente.

Cuatro paredes, una silla, una mesa y detrás una ventana, soy el señor de nada. Así es mi hogar. Las paredes continúan siendo de un blanco indefinido, el polvo se sigue acumulando en los rincones o da vueltas sobre mí, sobre la mesa sigue el papel y bolígrafo parados y la ventana... esa puede que este muy lejos. Posiblemente para que no pueda escapar.

Me he mirado en un espejo, en silencio, sin poder decir nada. En verdad ha sido siniestro. Sólo una pequeña luz disolvía la oscuridad y el resto eran sombras que se comían mi rostro. Es increíble lo que puede uno cambiar. O tal vez es mejor pensar que el espejo miente y a quien refleja es otro que no es yo. En ese rostro resuena el tiempo y me doy cuenta que es mi prisión. Exactamente eso, mi prisión.

No sirve de nada pedir cuentas, ni intentar cubrir distancias pasadas. Tal vez sólo quede mirar por la ventana, entornar los ojos y creer que puede haber nuevos horizontes. Robaré de mi imaginación el olor a mar o el rumor de las olas sobre la arena y algún día es posible que abra la ventana y tenga el valor suficiente para andar sobre las aguas.

martes, junio 27, 2006

Anoche


Anoche
eche a correr
y en la piel
sentía el tacto
del viento.

Una vuelta
Dos vueltas
Tres vueltas

y siguió jugando
por mi piel.

Anoche,
náufrago,
desee
su ternura.

lunes, junio 26, 2006

Alas



Y mis labios
se convirtieron
en alas
al rozar tu piel.

Y de súbito
me vi entregado
para siempre
a la música de tu cuerpo.

sábado, junio 24, 2006

Susurro



Mientras tu piel
                        ardiendo
sea sobre mí
                       derramada,
habrá un susurro
rompiendo
                mis labios.

viernes, junio 23, 2006

Sueños


Y si fuera por ese primer beso que no tome de su boca. Y si fuera por arrastrar los ojos por sus ondulantes caderas. Y si fuera por desear atrapar las dos lunas llenas que se muestran relucientes incitando a recorrerlas. Y si fuera por querer saborear el olor de su cuerpo. Y si fuera por eso... lo que me lleva a cerrar los ojos y soñar.

Percibo el aire que me trae las tentaciones, que desciende y me toma, incendiando mi cuerpo. Me embriaga el calor suave, dulce, deleitable de mujer y me enrosco por dentro, anudándome el intestino al corazón. Ambiciono abrazarme a ella como un poseso y llevarla a cualquier parte donde pueda hacerla durante horas el amor.

La cabeza detiene su viaje de arriba abajo, a mí alrededor no hay más que silencio y la noche empieza a llamar. Sobre la mesa, olvidados, yacen los papeles garabateados y a mi lado se han ido colocando sombras. Durante unos segundos bebí sueños, una distracción que alienta alocados deseos.

Imagino que mañana irrumpirás otra vez en mis sueños, excitante, ruidosa, corrompiendo la melodía dulce de mi silencio.

miércoles, junio 21, 2006

Un escrito antiguo (rescatado de antiguas memorias)

El rochano, rochanin o zagal (jodio crio) es un personaje que se creo para contar algunas historias de hoy o ayer. Por eso y con una pequeña nostalgia lo rescato de las memorias para el post de hoy.


Tío Oscal

A la paz de Dios a todos y Feliz Año nuevo que espero que ustedes entrasen con buena pateja en él, por que al parecer otros dicen que entraron algo trastabillaos. Pos aquí estamos, que ma dao el amo unos días libres y ma dicho que me fuera pal pueblo a esperar si vienen los reyes magos, ande que el amo tambien, se cree que los voy a ver, pos no sabrá él que ellos vienen de noche y a hurtadillas, pa que no se les pille y no les pidas mas de lo que ya les pediste.
Así que pa matar el tiempo me ido a la puerta el casino a charlar con los abueletes y de paso a darle un chorizo a la “laika” que es una perrilla que anda por ahí tumbada, siempre a la puerta del casino pa ver que le cae a la boca.
Y allí me encontrao sentao en el poyo de la puerta al tío Oscal, (en realidad se llama Oscar pero de toda la vida le hemos llamao Oscal), ataviao como siempre con su gorra, su bufanda y su garrotilla. Tiene el rostro curtido por el tiempo y de sus ojos aun emana una mirada sabia y serena.
-Tío Oscal, ¿qué tal andamos?
-Ay, zagalillo, aquí asentao, buscando el sol pa ver si me da unas cuantas caricias, y tu, zagal.. ¿Ande vas?
-Pos aquí, a sentarme un ratico con usted, y de paso así me cuenta algo de su vida y de las tropelías que hizo uste de mozo.
-Anda, rochano, que siempre estas igual, que cuénteme uste esto, que cuénteme uste aquello, ¿no te cansas nunca, zagal, de escuchar cuentos de viejos?
-Calle uste, hombre de Dios, como me voy a cansar de escucharlos, pos no sabe uste que son mas entrenios ustedes que la televisión esa. Ande cuénteme uste, algo, por ejemplo.. ¿Por que no me cuenta uste su vida?
-Mi vida, zagal, mi vida es muy aburrida. Anda a correr mozas por ahí, que ya empiezas a tener edad de ello.
-¡Que no, redíos! Que me cuente usted, que de aquí no me muevo.
Y el tío Oscal, mirándome con una sonrisa empezó a contar...
“Anda que no eres pesao ni na rufián, venga escucha, pero luego no salgas de carrera diciendo que te aburrí.
Pos a ver por donde empiezo... así... me llamo Oscar Nemesio, aunque todos me llaman Oscal y nací en este pueblo un 26 de noviembre de... pero eso es igual zagal, como ya ves ya soy mu mayor. De crío, los primeros recuerdos que tengo son cuando me mando mi padre con el ganao del Señor Justo, si zagal si, no pongas esa cara, como tú de rochano empecé yo. Por lo tanto nunca fui a la escuela, por aquellos tiempos pocos maestros llegaban a los pueblos y era mucha el hambre que existía, pasábamos mas tiempo aprendiendo quehaceres de campo, que letras. Pero yo aun tuve suerte por que un pastor me enseño a escribir y a leer. Era un buen hombre ese pastor, se decía que era hijo de un cura de un pueblo de tierras del norte y que por eso estaba tan bien enseñao, pero que tuvo que salir de allí y vino a parar a este pueblo con su madre.
De todos mis hermanos y eso que fuimos 7, el único que aprendió algo de letras fui yo.
Así fui pasando la infancia, entre el ganao y las ayudas a mi padre en las labores del campo y el huerto. Trabajo, trabajo y trabajo...
Aunque hay que decir que a veces había diversión. Sobretodo cuando llegaban las fiestas del pueblo, las navidades, carnavales y festividades así. Entonces nos juntábamos en el caserón de la Tercia y los mozos que sabían tocar la guitarra, la bandurria o la dulzaina amenizaban el baile que montábamos la mocedad. ¡Ay, zagal! Que de jotillas y coplas cante yo a las mozas y a las condenas bien que les gustaba que se las cantara, ¡jodias ellas! Bien que les gustaba, sí. ¡Ah! Y los toros, zagal, que no se me olviden los toros. Yo era mu torero, salía en todas las fiestas al encierro, a correr los morlacos, como se tenían que correr, no como ahora que lo único que hacen es destrozar a los pobres bichos. Y por la tarde a la corrida, que también hice de torero, aquí donde me ves tan chiquitillo, tan poca cosa, podía haber sido el primer espada del pueblo, lastima que un año me pillo un toro y del susto que me dio, no volví a salir al ruedo, que muchacho se pasa mu mal debajo el asta de un bicho de esos.
Pos en esas pasamos la mocedad, entre el ganao, las labores y buscarme novia, zagal, por que en eso tiempos eso también era importarte. Y mia si lo conseguí, una de las mozas más bonicas del pueblo, Guadalupe se llamaba. Pero en eso que me llamaron a filas y me tuve que ir pa la mili.
Me llevaron a un cuartel pa la zona de Guadalajara, allí cerquita de Madrid, en un pueblo algo mayor que este. Me vistieron de caqui, me dieron un mosquetón y venga p’arriba y p’abajo haciendo instrucción, terminaba con los pies molidos de tanto hincar el tacón y después tocaba aviar las mulas del cuartel, que una de ellas me desgracio, me dio una coz y me partió los dientes de abajo. Después de jurar la bandera, como yo sabia leer un poco y era mu bien mandao, me pusieron de ordenanza de un comandante, pa hacerle los recaos a su señora. Ahora eso sí, pase buena mili, no toque un arma en to lo que me quedo de servicio y cuando no tenia ningún recao que hacer la comandanta me daba el día libre y podía dedicarlo a lo que quisiera, que zagalillo si fueras mas mayor yo te contaría como se divertía el Oscal en los días libres, con las criadas de los mandos militares.
Cuando termine la milicia, volví escapao pal pueblo y le pedí a Guadalupe en matrimonio. La boda fue en familia, poquita gente, que no teníamos pa mucho festejo y de viaje de novios na, que entre al servicio de Don Ricardo pa llevarle los campos. El primer mes de trabajo con él gane 50 duros y me costo sudarlos todos ellos. A los pocos años ya teniendo familia, que tu has conoció a algunos de ellos zagal, aunque ya vienen poco por el pueblo, se han hecho muy de ciudad los chicos y las chicas y a los nietos esto no les gusta dicen que es aburrió, pos como decía a los pocos años, le pedí a Don Ricardo que me diera en renta unas tierras que teniendo ya familia ya andaría yo en sacarlas adelante y Don Ricardo acepto y me dejo unos piazos por allí en La cabanilla.
Allí empecé nueva vida, me puse a criar corderos y ovejas, hacia quesos y guardaba lana, como hacen tus padres zagal, ya ves que casi tos terminamos en lo mismo. También cultive la tierra. Labrar, segar, recoger, todo pa criar los hijos y darles algo de educación, que no era menester que ellos tuvieran la vida de los padres. Ahora hay mas adelantos que antes y se pueden hacer mejor las faenas del campo, pero antes zagal, antes si era trabajo duro, no como ahora, que es coser y cantar.
Aunque no creas que dedique to el tiempo a trabajar y a los hijos, de vez en cuando me iba al monte a cazar. Don Julio el juez, fue quien me regalo mi primera escopeta y quien me avio todos los papeles con la guardia civil pa que pudiera cazar. Pos no he cazao yo liebres, conejos, perdices, codornices, jabalís... hasta corzos he cazao rochano, corzos, fíjate bien lo que te digo. Ahora ya no hay por aquí casi caza, se han cargao el monte, los pinares, los cotos con tanto chalet y urbanización, pero antes zagal, antes daba gusto ir al monte. Aun a veces me hago la idea que un día podría ir a pegar unos cuantos tiros, a ver si no se ma olvidao darlos.
Y así fue mi vida rochano, la Guadalupe murió hace unos años, en gloria este la pobrecilla que también sufrió lo suyo, los chicos ya no vienen por aquí, aunque dan señales de vida con el teléfono ese, hasta me regalaron un móvil de esos en las navidades pasadas, pero pa que lo quiero yo eso es pa la juventud, no pa un viejo chocho como yo. Estas navidades no han venido los chicos ya sabes los nietos ya son mayores y les van otras jaranas, no eso de venir al pueblo a aguantar aun viejo como yo.
Pos eso es todo rochano, otro día ya te contare mas... Rochano... Zagal...

Pos no sa dormio el condenao al calor del sol. Claro s’aburrió de la charla de este viejo, si sabia yo que no tenia que haber empezó a contar, que luego me desbarro y pasa lo que pasa. Anda, zagalillo, duerme... duerme y disfruta...
Jodio zagal... anda con Dios”

lunes, junio 19, 2006

En el desván.....


Viejos trozos de un espejo
retales de una vida anterior,
reflejos de un alma rota
que emite suspiros de amor.
Viejos trozos de un espejo
destellos cortados de felicidad
olvidados en un desván,
brillos de belleza pasada
imágenes de una verdad,
contienen recuerdos
de cuerpos desnudos,
de labios aun por pintar,
de caricias y besos tomados
que ya no podrán reflejar.

viernes, junio 16, 2006

Murmullos


Murmuraban
los espejos
en soledad
y gemían
por la ausencia
de la imagen
deseada.

Solitarios
reflejaban
los recuerdos
de una piel.

jueves, junio 15, 2006

Ojos



Mis ojos
invitan
a ir mas lejos
donde el frío se extiende
y ya nada es lo mismo.

Mis ojos
gimen y aúllan
anunciando
el triunfo definitivo
del silencio.

Mis ojos
estallan
resbalan
se separan
en un vacío ausente.

Tus ojos
aún vuelven
lo oscuro
en celeste.

miércoles, junio 14, 2006

Cuento absurdo



Se ha detenido, el tiempo. Ya no camina por que no tendrá por donde caerse. Yo lo he visto y está de espaldas, mirando hacia el vacío innecesario. De sus hombros pende el ultimo segundo, balanceándose, sin saber si al caer formará parte de su sombra o si el viento le llevará hacia un reloj perdido. El tiempo se apoya en nada, asombrado de que no le espere la eternidad. Se ha detenido y nada más.
La luna no estaba. Era noche y no estaba. La buscamos entre las estrellas, en el azul confuso del firmamento, alrededor del planeta tierra donde decía que estaba su casa y por las encrucijadas que controlaban los cometas. No estaba, la luna, no estaba.
Vimos abrirse un abismo y alguien quiso enterrarse en él. Clavamos nuestros ojos en su mirada y le preguntamos por qué. Nos miró con extrañeza, con el dolor de un silencio y suavemente se deslizó hacia el abismo, entregándonos dos lágrimas secas que brillaban sólo en la oscuridad. El abismo se cerró.
Suena a lo lejos una campana, llamándonos a todos. Iremos. La campana nos ha llamado y cada uno con un camino diferente volveremos a reencontrarnos. Noto en mi bolsillo el calor de las dos lágrimas, miro al tiempo que parece decidido volver a caminar, y la luna que no estaba vuelve a estar.
Del abismo nadie ha salido, aunque si escuchas atentamente se puede oír una dulce canción. Suena una campana, es como una sonrisa y yo también sonrío.

martes, junio 13, 2006

Trabajo (desvarío de un parado)


Llevo como cosa de un mes en el paro y de verdad que no esperaba que tan pronto me llamaran para un trabajo. El jueves pasado recibí una llamada de la oficina del paro, eso es lo que debe ser el trato personalizado, y me comunicaban que debía pasarme por allí para recoger una oferta de trabajo. Así lo hice. La funcionaria que me atendió me entregó un papel el cual debía presentar en la empresa que ofertaba el trabajo. Cuando la pregunte de qué tipo de trabajo se trataba, esta muchacha se hizo la sueca. Vamos que no soltó prenda y sólo se digno a decir que presentara en la dirección indicada al día siguiente en la hora indicada.
Bueno, pues así lo hice. Realmente me da igual cualquier trabajo, desde los catorce años llevo dándole al callo y he hecho de todo, sin miedo a nada ni a doblar el espinazo o ensuciarme las manos. Cuando llegue a la empresa indicada en el papel, observe que se trataba de una de construcción y ya imagine de qué iba a ir el trabajo.
Me hicieron esperar un buen rato en la antesala de un despacho. Hojee las revistas de construcción que había en una mesita, mire los cuadros de la pared, casi todos ellos de edificios y obras variadas y por fin salio un señor trajeado y me invito a pasar al despacho.
- Buenos días. Siéntese por favor. – me indico el señor del traje.
- Bien, viene usted del INEM, ¿sabe usted para lo que es el trabajo?
- Pues mas bien no. No han querido especificarme allí nada. – respondí.
- Yo se lo explico. Somos una empresa dedicada a la construcción. Hoy por hoy somos una de las mayores empresas constructoras de la zona y pensamos seguir creciendo y hacernos el mayor hueco posible en esta parte del país. Eso quiere decir que por supuesto buscamos el mejor personal posible, con ganas de trabajar y dar todo su potencial por el bien de la empresa. Así mismo, nosotros, la empresa cuidaremos de que nuestro personal este a gusto, tenga la mejor proyección laboral, así como el debido crecimiento profesional…

(¡Coño! A lo mejor me quieren estos de ejecutivo agresivo, pensaba para mí mientras escuchaba al tipo este)

… tenemos los mejores profesionales del mercado en nuestra nomina, además cada cierto tiempo hacemos cursos de formación para que nuestros empleados no queden fuera de juego y podamos ser mas competitivos….

(Joder. Esto en vez una empresa de construcción parece una multinacional. Eso o este me esta metiendo una bola como una catedral.)
- Ya, muy bien, pero… ¿El puesto de trabajo es…?
- A eso vamos ahora. ¿Tiene su currículo ahí?
- Pues no. No me informaron de que debía traer uno.
- Mal, mal, mal. Siempre se debe presentar uno. Es imprescindible para poder valorar sus aptitudes para el trabajo. Comprenda que buscamos siempre las personas apropiadas para el bienestar de la empresa…
- Si, si. Pero oiga ¿de qué va el trabajo? – le corte ya un poco cansado de tanta palabrería. Claro que así no iba a conseguir el puesto, pero es que…
- No sea usted impaciente hombre. Ahora mismo le explico. El puesto que le ofrecemos en nuestra organización es un puesto de verdadera importancia. Seguramente de una importancia vital y usted podrá ver que…
-¡Oiga! ¿Podría decirme cual es el puesto?- me tenia ya desesperadito el tipo este y encima yo que no soy muy paciente para esta cosas.
- Es usted un poco impaciente, aunque parece tener carácter, pero claro no se yo si usted… Bien vayamos al grano. Le estoy ofreciendo el puesto de vigilante de obra.
-¿Cómo? Perdón no le he entendido.
- Sí, hombre si. Vigilante de obra. Sólo tendrá que vigilar la obra por las noches, ya sabe dar vueltas y controlar que nadie se cuele y se pueda llevar el material. Algo muy importante ¿No cree? El sueldo de principio no será mucho pero en el futuro ya vera como le compensa.
- Hombre, yo esperaba otro puesto.
- Ya le explique que nuestra empresa esta en plena proyección. Este puesto es el inicio de una buena carrera dentro ella. Claro que usted tiene el handicap de la edad pero seguramente usted llegara con el tiempo a integrarse absolutamente dentro de esta gran familia. ¿Por cierto… supongo que estará usted en posesión de algún titulo? Me refiero a su nivel de estudios. Perdone pero como no presento usted su currículo…

¿Titulo? ¿Nivel de estudios? ¿Para vigilante de obra? A lo mejor es que necesito un master.

- Perdone… la cámara oculta… ¿Dónde esta? Esto es alguna broma de algún amiguete ¿Verdad? Seguro que de Jaume. Vamos fijo. Este cabrón me la quiere dar.
- ¿Cómo dice? Mire usted que esta es una empresa seria. Aquí somos muy formales. Por lo que veo usted no quiere trabajar.
- No, no, yo trabajar si quiero. Pero creo que no estoy capacitado para el puesto que usted me ofrece. Creo que es un puesto de mucha responsabilidad y necesitan ustedes una persona mas formada que yo. Yo… mire fírmeme el papel para poderlo entregar en el paro. Creo que no la persona adecuada para este puesto.
- Bien, bien, como usted quiera. Pero le advierto que así no llegara usted a ningún lado. Es más, le aviso que a su edad, dentro de nada se quedara sin opciones laborales. Aquí tiene, su papel. Buenos días.

Salí de la empresa con la impresión de que todo había sido una broma. Aunque si así esta el tema del trabajo, casi mejor que busco un huerto y me pongo a cultivar hortalizas. Por lo menos siempre me quedara el poderlas vender al borde de una carretera o en los mercadillos que se hacen por los pueblos. No se… no se…

sábado, junio 10, 2006

Cambio


Todo cambia
ferozmente,
como si estuviese
siempre en jaque
en un misterioso tablero.

Todo cambia
y se sacude,
llegando
a un cotidiano morir.

jueves, junio 08, 2006

Sandrita

Al final no me ha costado tanto decidirme. He acabado con la toma diaria de pastillas, los ejercicios prácticos de recuperación y todas esas zarandajas. Empezare con la vida esa, la sana como dicen por ahí, paseos al aire libre, comida mediterránea, algo de ejercicio oriental, vamos una severa remodelación de vida.

Lo único que no entiendo es por que delante de mí persisten esos puntos luminosos. Cuando tomaba la medicación desaparecían a ratos, pero ahora son constantes. Claro que no siempre estuvieron ahí. Recuerdo que aparecieron cuando llego Sandrita.

Sandrita... que buena chica. Apareció en mi vida al principio de una primavera, cuando todo estaba en un bullicio de florecer. En esos momentos en que todo aquello que lleva faldas te parece bello y el aire lleva impregnado un suave aroma erótico. Allí estaba ella en medio de esa amalgama de crecimiento y deseos. Se acerco a mí y me pregunto si podía indicarle un lugar cómodo y barato donde alojarse, era nueva en la ciudad y no conocía a nadie.
En un momento se me fue la olla. Me quede absorto mirándola y mi respiración parecía agitarse, hasta el punto de iniciar casi un jadeo. Su aspecto era casi virginal, su pelo largo, lacio, caía por sus hombros casi hasta llegar a su cintura. Su blusa blanca, desabotonada hasta el nacimiento de sus pechos, dejaba entrever una carne blanca, sensual, apetecible. Sus piernas eran un abismo donde uno querría perderse. Y sus labios, ¿qué decir de sus labios?, eran toda una tentación que invitaban a llenarlos de besos.
Y ella debió darse cuenta que me dejo tonto, por que mirándome con una media sonrisa en los labios, pregunto si me encontraba bien. ¡Claro que me encontraba bien! Había llegado al paraíso y una hurí me abrió sus puertas. Y yo solo sabia babear delante de ella. Ahí fue cuando empezaron a salir los puntitos delante de mí, luminosos como atrayéndome hacia una imagen surrealista.

Tomando otra vez referencia de su cara, la respondí que si, que me encontraba bien, que perdonara mi ensimismamiento y la dije que si creía en el destino. Ella un poco sorprendida y extrañada respondió que si. Y le explique que ella era la viva imagen de una amiga que perdí hace mucho tiempo, que ella había muerto en un terrible accidente, por eso cuando la vi sentí algo dentro que se rompió.

Todo mentira, pero tenia que atraerla de algún modo hacia mí. Y ella respondió como yo quería. Se sintió compungida, azorada y pregunto si podía hacer algo para quitarme la impresión. Sonreí, la dije que había sido el destino, que si me permitía, yo la daría alojamiento en mi casa el tiempo que ella quisiese, sin compromiso, sin obligación, sin ninguna traba. Además, si ella no se fiaba le presentaría a los vecinos, a la portera, que le darían referencias de que yo era una persona seria y formal. No hizo falta ella acepto y nos dirigimos a mi casa.

Fue el destino, si, y yo no tuve la culpa. En el ascensor lo comprendí. Era la primavera quien me la entregaba para adornar mi casa, para llenar de color mi vida, para ser mi propia flor. Y así se lo intente explicar cuando dejo las maletas en la que iba a ser su habitación. Pareció no entender. Abrió los ojos desmesuradamente y vio mi mirada llena deseo. Comenzó abrir su boca, iniciando un grito impertinente y todo empezó a confundirse. Los puntitos luminosos resaltaron mas delante de mí, la habitación empezó a dar vueltas, ella se fue difuminado entre los colorines luminosos, yo intente calmarla, explicarla... y todo se volvió repentinamente rojo.

Sandrita desapareció. Según me contaron después en el sanatorio, me golpeo con algo contundente, me desvalijo la casa y me dejo tirado al lado del cubo de la basura. Cuando me encontraron me aferraba a una lechuga medio podrida, diciéndole cosas amables y estrujándola sin sentido.

Ahora estoy mucho mejor, lo único los puntos luminosos. Pero no importa, acabo de cruzarme con un ángel rubio de aspecto casi virginal...

miércoles, junio 07, 2006

Contigo



Me abriré paso
por los caminos
de tu lecho,
encabritare mis manos
deslizándolas
por los pliegues de tu cuerpo.
Descubriré, absorto,
el sabor de tu piel
y caeré
dulcemente
en el abismo
de tu sexo
embriagándome
enloquecido
contigo.

lunes, junio 05, 2006

Recuerdos...

ES OTOÑO


-Fíjate es otoño.- Dijiste mirando a la ventana.

-El jardín a enmudecido - volviste a decir.

No quise mirarte. La angustia recorría mi cuerpo y la rabia... la rabia se extendía a mí alrededor.

-¿Recuerdas? Parece que tan sólo hace unos días aún caminábamos bajo el primer sol del verano, viendo madurar el trigo, y ahora, parece que alguien ha convertido la tarde en tristeza.-

Intenté ocultar mi mirada, enturbiada por un cargamento de lágrimas traídas por los recuerdos de aquellas pasadas horas.

-¿No dices nada? – preguntaste – Como siempre, parece que las palabras quemen tus labios y no las dejas salir. No importa hablare yo.-

Quise cortarte, decirte lo mucho que añoraba los paseos a tu lado. Decirte que te quería, que aunque afuera el viento hería, aún eras tú mi refugio de amor.

-Mira, los árboles dormitan y de sus ramas aún cuelgan hojas secas, como farolillos que recuerdan las noches de verano en el baile de la plaza, y el viento las mueve sin cesar.-

Es otoño, quise responderte, pero el sabor amargo de la muerte me lo impidió. Es otoño y se me nubla la vida.

-¿Callas?- preguntaste,

y en un último gesto, lloré.

domingo, junio 04, 2006

Pensamiento


Deberíamos haber sido amantes
y bendecir nuestros labios
con nuestros besos.

Deberíamos...
y evidentemente
esto no ha ocurrido
y aún tengo tiempo
de pensar en ti.