miércoles, junio 21, 2006

Un escrito antiguo (rescatado de antiguas memorias)

El rochano, rochanin o zagal (jodio crio) es un personaje que se creo para contar algunas historias de hoy o ayer. Por eso y con una pequeña nostalgia lo rescato de las memorias para el post de hoy.


Tío Oscal

A la paz de Dios a todos y Feliz Año nuevo que espero que ustedes entrasen con buena pateja en él, por que al parecer otros dicen que entraron algo trastabillaos. Pos aquí estamos, que ma dao el amo unos días libres y ma dicho que me fuera pal pueblo a esperar si vienen los reyes magos, ande que el amo tambien, se cree que los voy a ver, pos no sabrá él que ellos vienen de noche y a hurtadillas, pa que no se les pille y no les pidas mas de lo que ya les pediste.
Así que pa matar el tiempo me ido a la puerta el casino a charlar con los abueletes y de paso a darle un chorizo a la “laika” que es una perrilla que anda por ahí tumbada, siempre a la puerta del casino pa ver que le cae a la boca.
Y allí me encontrao sentao en el poyo de la puerta al tío Oscal, (en realidad se llama Oscar pero de toda la vida le hemos llamao Oscal), ataviao como siempre con su gorra, su bufanda y su garrotilla. Tiene el rostro curtido por el tiempo y de sus ojos aun emana una mirada sabia y serena.
-Tío Oscal, ¿qué tal andamos?
-Ay, zagalillo, aquí asentao, buscando el sol pa ver si me da unas cuantas caricias, y tu, zagal.. ¿Ande vas?
-Pos aquí, a sentarme un ratico con usted, y de paso así me cuenta algo de su vida y de las tropelías que hizo uste de mozo.
-Anda, rochano, que siempre estas igual, que cuénteme uste esto, que cuénteme uste aquello, ¿no te cansas nunca, zagal, de escuchar cuentos de viejos?
-Calle uste, hombre de Dios, como me voy a cansar de escucharlos, pos no sabe uste que son mas entrenios ustedes que la televisión esa. Ande cuénteme uste, algo, por ejemplo.. ¿Por que no me cuenta uste su vida?
-Mi vida, zagal, mi vida es muy aburrida. Anda a correr mozas por ahí, que ya empiezas a tener edad de ello.
-¡Que no, redíos! Que me cuente usted, que de aquí no me muevo.
Y el tío Oscal, mirándome con una sonrisa empezó a contar...
“Anda que no eres pesao ni na rufián, venga escucha, pero luego no salgas de carrera diciendo que te aburrí.
Pos a ver por donde empiezo... así... me llamo Oscar Nemesio, aunque todos me llaman Oscal y nací en este pueblo un 26 de noviembre de... pero eso es igual zagal, como ya ves ya soy mu mayor. De crío, los primeros recuerdos que tengo son cuando me mando mi padre con el ganao del Señor Justo, si zagal si, no pongas esa cara, como tú de rochano empecé yo. Por lo tanto nunca fui a la escuela, por aquellos tiempos pocos maestros llegaban a los pueblos y era mucha el hambre que existía, pasábamos mas tiempo aprendiendo quehaceres de campo, que letras. Pero yo aun tuve suerte por que un pastor me enseño a escribir y a leer. Era un buen hombre ese pastor, se decía que era hijo de un cura de un pueblo de tierras del norte y que por eso estaba tan bien enseñao, pero que tuvo que salir de allí y vino a parar a este pueblo con su madre.
De todos mis hermanos y eso que fuimos 7, el único que aprendió algo de letras fui yo.
Así fui pasando la infancia, entre el ganao y las ayudas a mi padre en las labores del campo y el huerto. Trabajo, trabajo y trabajo...
Aunque hay que decir que a veces había diversión. Sobretodo cuando llegaban las fiestas del pueblo, las navidades, carnavales y festividades así. Entonces nos juntábamos en el caserón de la Tercia y los mozos que sabían tocar la guitarra, la bandurria o la dulzaina amenizaban el baile que montábamos la mocedad. ¡Ay, zagal! Que de jotillas y coplas cante yo a las mozas y a las condenas bien que les gustaba que se las cantara, ¡jodias ellas! Bien que les gustaba, sí. ¡Ah! Y los toros, zagal, que no se me olviden los toros. Yo era mu torero, salía en todas las fiestas al encierro, a correr los morlacos, como se tenían que correr, no como ahora que lo único que hacen es destrozar a los pobres bichos. Y por la tarde a la corrida, que también hice de torero, aquí donde me ves tan chiquitillo, tan poca cosa, podía haber sido el primer espada del pueblo, lastima que un año me pillo un toro y del susto que me dio, no volví a salir al ruedo, que muchacho se pasa mu mal debajo el asta de un bicho de esos.
Pos en esas pasamos la mocedad, entre el ganao, las labores y buscarme novia, zagal, por que en eso tiempos eso también era importarte. Y mia si lo conseguí, una de las mozas más bonicas del pueblo, Guadalupe se llamaba. Pero en eso que me llamaron a filas y me tuve que ir pa la mili.
Me llevaron a un cuartel pa la zona de Guadalajara, allí cerquita de Madrid, en un pueblo algo mayor que este. Me vistieron de caqui, me dieron un mosquetón y venga p’arriba y p’abajo haciendo instrucción, terminaba con los pies molidos de tanto hincar el tacón y después tocaba aviar las mulas del cuartel, que una de ellas me desgracio, me dio una coz y me partió los dientes de abajo. Después de jurar la bandera, como yo sabia leer un poco y era mu bien mandao, me pusieron de ordenanza de un comandante, pa hacerle los recaos a su señora. Ahora eso sí, pase buena mili, no toque un arma en to lo que me quedo de servicio y cuando no tenia ningún recao que hacer la comandanta me daba el día libre y podía dedicarlo a lo que quisiera, que zagalillo si fueras mas mayor yo te contaría como se divertía el Oscal en los días libres, con las criadas de los mandos militares.
Cuando termine la milicia, volví escapao pal pueblo y le pedí a Guadalupe en matrimonio. La boda fue en familia, poquita gente, que no teníamos pa mucho festejo y de viaje de novios na, que entre al servicio de Don Ricardo pa llevarle los campos. El primer mes de trabajo con él gane 50 duros y me costo sudarlos todos ellos. A los pocos años ya teniendo familia, que tu has conoció a algunos de ellos zagal, aunque ya vienen poco por el pueblo, se han hecho muy de ciudad los chicos y las chicas y a los nietos esto no les gusta dicen que es aburrió, pos como decía a los pocos años, le pedí a Don Ricardo que me diera en renta unas tierras que teniendo ya familia ya andaría yo en sacarlas adelante y Don Ricardo acepto y me dejo unos piazos por allí en La cabanilla.
Allí empecé nueva vida, me puse a criar corderos y ovejas, hacia quesos y guardaba lana, como hacen tus padres zagal, ya ves que casi tos terminamos en lo mismo. También cultive la tierra. Labrar, segar, recoger, todo pa criar los hijos y darles algo de educación, que no era menester que ellos tuvieran la vida de los padres. Ahora hay mas adelantos que antes y se pueden hacer mejor las faenas del campo, pero antes zagal, antes si era trabajo duro, no como ahora, que es coser y cantar.
Aunque no creas que dedique to el tiempo a trabajar y a los hijos, de vez en cuando me iba al monte a cazar. Don Julio el juez, fue quien me regalo mi primera escopeta y quien me avio todos los papeles con la guardia civil pa que pudiera cazar. Pos no he cazao yo liebres, conejos, perdices, codornices, jabalís... hasta corzos he cazao rochano, corzos, fíjate bien lo que te digo. Ahora ya no hay por aquí casi caza, se han cargao el monte, los pinares, los cotos con tanto chalet y urbanización, pero antes zagal, antes daba gusto ir al monte. Aun a veces me hago la idea que un día podría ir a pegar unos cuantos tiros, a ver si no se ma olvidao darlos.
Y así fue mi vida rochano, la Guadalupe murió hace unos años, en gloria este la pobrecilla que también sufrió lo suyo, los chicos ya no vienen por aquí, aunque dan señales de vida con el teléfono ese, hasta me regalaron un móvil de esos en las navidades pasadas, pero pa que lo quiero yo eso es pa la juventud, no pa un viejo chocho como yo. Estas navidades no han venido los chicos ya sabes los nietos ya son mayores y les van otras jaranas, no eso de venir al pueblo a aguantar aun viejo como yo.
Pos eso es todo rochano, otro día ya te contare mas... Rochano... Zagal...

Pos no sa dormio el condenao al calor del sol. Claro s’aburrió de la charla de este viejo, si sabia yo que no tenia que haber empezó a contar, que luego me desbarro y pasa lo que pasa. Anda, zagalillo, duerme... duerme y disfruta...
Jodio zagal... anda con Dios”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, que ande con Dios.

Un relato tierno, de un personaje más tierno aun.

Demuestras tener una psicología especial a la hora de escribir, una gran creatividad con la capacidad de mezclar en tus narraciones realidad y ficción.

Un gran relato. Disfrute leyendo y releyendo.


Apolo13