ES OTOÑO
-Fíjate es otoño.- Dijiste mirando a la ventana.
-El jardín a enmudecido - volviste a decir.
No quise mirarte. La angustia recorría mi cuerpo y la rabia... la rabia se extendía a mí alrededor.
-¿Recuerdas? Parece que tan sólo hace unos días aún caminábamos bajo el primer sol del verano, viendo madurar el trigo, y ahora, parece que alguien ha convertido la tarde en tristeza.-
Intenté ocultar mi mirada, enturbiada por un cargamento de lágrimas traídas por los recuerdos de aquellas pasadas horas.
-¿No dices nada? – preguntaste – Como siempre, parece que las palabras quemen tus labios y no las dejas salir. No importa hablare yo.-
Quise cortarte, decirte lo mucho que añoraba los paseos a tu lado. Decirte que te quería, que aunque afuera el viento hería, aún eras tú mi refugio de amor.
-Mira, los árboles dormitan y de sus ramas aún cuelgan hojas secas, como farolillos que recuerdan las noches de verano en el baile de la plaza, y el viento las mueve sin cesar.-
Es otoño, quise responderte, pero el sabor amargo de la muerte me lo impidió. Es otoño y se me nubla la vida.
-¿Callas?- preguntaste,
y en un último gesto, lloré.
4 comentarios:
Sólo un beso y un ¿estás bien?
Me gusta contemplar la sensibilidad... ¡Enhorabuena!
besito con sabor a verano y reminiscencias de lo que seguro fue algún día... otoño.
Y sin darnos cuenta, antes de que posiblemente queramos, llegaremos de nuevo al otoño... Sin prisa pero sin pausa.
Estoy bien, Paloma, aunque a veces tenga arrebatos nostalgicos, besos.
Gracias Fantasia, guardo el besito con sabor veraniego.
Llegara como dices Lunaroja, sin prisa sin pausa. Besos
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