jueves, junio 29, 2006

Miradas


Cada día noto mas fatiga y apenas aprecio lo que hay a mi alrededor. Tengo la sensación de cada hora que pasa se me borra un poco mas la razón y confuso me presento ante el reloj preguntándole en silencio que es lo que pasa.

He oído un murmullo tras la ventana y al volverme he visto la rama de un árbol repiquetear contra el cristal. Los árboles susurran para quien quiere oírles, yo creo que se burlan de quien no los entienden u oyen y para festejarlo bailan con el viento. Desearía ser árbol y bailar con el viento.

Un día soñé (¿o tal vez no?) que un pájaro me hablaba. Me pregunto por el sentido de mi vida y yo mire a mi alrededor, como para poder responderle y sólo vi mi ruina. El pájaro graznó fuertemente, movió las alas y echó a volar. Seguramente no le gustó mi respuesta. Ciertamente a veces a mí tampoco. Hay sueños que no te dejan indiferente.

Cuatro paredes, una silla, una mesa y detrás una ventana, soy el señor de nada. Así es mi hogar. Las paredes continúan siendo de un blanco indefinido, el polvo se sigue acumulando en los rincones o da vueltas sobre mí, sobre la mesa sigue el papel y bolígrafo parados y la ventana... esa puede que este muy lejos. Posiblemente para que no pueda escapar.

Me he mirado en un espejo, en silencio, sin poder decir nada. En verdad ha sido siniestro. Sólo una pequeña luz disolvía la oscuridad y el resto eran sombras que se comían mi rostro. Es increíble lo que puede uno cambiar. O tal vez es mejor pensar que el espejo miente y a quien refleja es otro que no es yo. En ese rostro resuena el tiempo y me doy cuenta que es mi prisión. Exactamente eso, mi prisión.

No sirve de nada pedir cuentas, ni intentar cubrir distancias pasadas. Tal vez sólo quede mirar por la ventana, entornar los ojos y creer que puede haber nuevos horizontes. Robaré de mi imaginación el olor a mar o el rumor de las olas sobre la arena y algún día es posible que abra la ventana y tenga el valor suficiente para andar sobre las aguas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay nuevos horizontes, nuevos caminos, aunque a veces resulten pedregosos y empinados, pero me gusta pensar que puedo abrir la ventana, respirar aire renovado, incluso volar y hablar con los pájaros (no te preocupes, les guste o no la respuesta, siempre levantan el vuelo y se van).
Me gusta imaginar y creer que la vida no es sólo esto.
Un texto precioso.
Besos

M.G.G. dijo...

Los sueños, son puertas q nos muestran q no todo es lo que vemos, ni todo lo q vemos es. Es muy revelador el tuyo. Tu alma desea libertad, pero tu ego tiene miedo. No temas, el miedo es una cortina de humo, cuando te acercas, se desvanece...
Besito tras la cortina

Ogigia dijo...

Buen texto, de veras...y los poemas anteriores, hum... Un saludo

M.G.G. dijo...

(toc, toc...)
Mi querido yo, ¿dónde te has metido? Espero que no estés caminando sobre las aguas.
Besito de ganas de saber...

Anónimo dijo...

No recordaba este.

:-)