miércoles, mayo 17, 2006

Fue ayer...



Hay días que no amanecen bien y este fue uno de ellos. Lo peor es que no termina bien. Ya me lo decía mi abuela cuando era pequeño y no quería sopa, la sopa nunca me ha gustado, ella decía: “No quieres caldo pues dos tazas”. Claro que lo de hoy seria algo así como lo que hubiese dicho mi padre: “Quien siembra recoge, pero tu hijo mío nunca siembras nada bueno”. Y es cierto, siempre he estado metido en movidas, si no es de una cosa es de otra, pero siempre a tiro de bala, acero o puño y casi siempre saliendo por patas.
¡Joder, como me duele el pecho!. ¿Que decía? Ah, sí... el día de hoy. En realidad no fue tan mal. Como siempre a primera hora de la mañana, cuando estaba en la piltra, empecé a oír los gritos del viejo en contra mía, siempre la misma retahíla. La vieja le imploraba que no gritase, que me iba a despertar, que comprendiera que era joven, que ya sentaría la cabeza. La vieja es guay, se enrolla, por eso ya se sabe... madre no hay mas que una. Pues eso que el viejo pasaba de ella y decía no sé que de darme dos buenas ostias, que ya estaba bien de dejarse tomar el pelo, que lo que me hacia falta era trabajar y menos fiesta, que a mi edad el ya se buscaba las habichuelas honradamente. Así siguió hasta salir de la casa. Luego todo fue paz y tranquilidad.
Me levante casi a la hora de la comida y mi madre, aunque meneo un poco la cabeza, me soltó una sonrisa y un beso. Me dijo que me prepararía algo de comer y luego empezó la sarta de preguntas de costumbre. ¿A que hora llegue? ¿Donde estuve? ¿Cuando iba a hacer algo de provecho? Y finalizo con lo de que la iba a matar a disgustos. Cuando las madres se ponen así lo mejor es poner ojos tiernos e inocentes y darlas un buen achuchón. Eso fue lo que hice, darla un beso y achucharla amorosamente. Funciono, no volvió a preguntar nada.


Hoy…
Añoro esos momentos. Los achuchones, las palabras vehementes, los gritos de padre…
Hoy… hoy… hoy… ¡Que mierda de hoy!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudas batallas tuve con esos temas en mi adolescencia. Llego un momento en que me hastió, y no voy a cambiar mi forma de ser y mis gustos. Especialmente con la musica de heavy metal se tiene bastantes problemas. Ya se sabe: melenudos que gritan. Aun me sigue gustando el heavy metal. :-)

Anónimo dijo...

Demasiadas veces añoramos el pasado, ya no sé si esto es bueno o no, la verdad, sobre todo cuando el hoy no es tan maravilloso como nos lo pintaron en su día.

Hoy también necesito un achuchón.

Besos

Chaitan dijo...

Gracias UTC, a mi tambien me gusta el heavy, aunque ya (pienso) el heavy no es lo que era.

Nora, aunque deje un intento de achuchon en otro sitio, hago otro intento, pa ver si asi entre 2 pequeños hacemos uno:

El sol apunta
hacia los cuerpos
con indiferencia
y arremete incansable
fundiendo
hasta las sombras.

A veces pasa
un poco de viento
y garabatea
una caricia en la piel.


Gracias por pasar

Anónimo dijo...

buenas noches, la nostalgia siempre es buena para recordar los tiempos vividos y evadirnos un poco del presente.

pero la lucha sigue y tenemos que estar siempre alerta para que las lágrimas (sentimientos) nos dejen ver los chispazos buenos que tiene esta puta vida.

saludos yo, de tu detective

gracias por pasar a leerme, siempre estaras en tu casa sirvete un vaso de whisky, enciendete ese último cigarro y espero que disfrutes

Anónimo dijo...

Llegaron los achuchones y se agradecieron.
Te dejo un "buenos días con sonrisa", mi pequeña contribución.

Besos

Lúzbel Guerrero dijo...

Siempre nos parece que otro tiempo fué mejor.
Gracias por la visita.